Mitología griega y sincretismo

09.02.2014 18:05

 

"Los mitos sirven para que la imaginación los anime."

 Albert Camus

Los dos polos entre los que oscila el pensamiento griego son el mythos y el logos. El logos es el relato objetivo susceptible de verificación. Por el contrario, el mito es el relato no comprobable porque se refiere a tiempos remotos de los origenes del cosmos o de los pueblos y que se sustenta en su propia verosimilitud. Esa necesidad de ser verosímil impone al mito su carácter fluido y cambiante. El mito se adapta a las circunstancias cambiantes gracias a que va incorporando sucesivamente las intuiciones del poeta que lo recrea. Esta característica del mito fue mantenida siempre en el caso griego: el mito griego no era una verdad revelada impuesta por una autoridad sacerdotal como en Egipto.

¿Cuál es la función del mito? La primordial, poner en relación el ámbito humano y el divino. Los dioses griegos son semejantes en todo a los hombres, sólo los diferencia el carácter mortal de éstos. La verisimilitud del mito descansa en la analogía: los dioses se comportan como hombres, interactuan con los hombres, se reproducen con los hombres dando lugar a los héroes y sus linajes de sangre azul. Una vez establecidos los puentes entonces puede ya el mito explicar todo lo que excede a la razón: por ejemplo el eterno retorno presente en el ciclo de las plantas o de los astros.

Como dice Pierre Grimal, el mito trazaba puentes entre la realidad religiosa compleja resultado de las invasiones o los viajes comerciales y permite el sincretismo al identificar divinidades hetereogéneas análogas o comparables. Fue el caso de la identificación entre Artemis y la Dama de las Fieras cretense y también el de la de Zeus y el Toro que fecunda a Europa. Los mitos en contacto se enriquecen mutuamente y tienden a mezclarse. El desconcierto que pudo producirles a los griegos el descubrimiento de los  dioses egípcios con cabeza de animal fue superado gracias al mito que narra la desordenada huída de los dioses al desierto de Libia metamorfoseados en animales aterrorizados ante Tifón.

En el mito los límites entre el mundo divino y el humano son borrosos, especialmente en los mitos protagonizados por héroes, que pueden ser hijos de dios y de humano o ser humanos que se han hecho acreedores del trato directo con los dioses. La evolución de los mitos puede dar lugar a que los héroes se conviertan en dioses, o viceversa, o a que héroes y dioses se fundan.

Por lo tanto, todo el material mítico tiende a encontrar la coherencia interna y a constituirse en un sistema mitológico. Dentro de éste se distinguen varios marcos generales que son los ciclos y que son principalmente tres: el de la teogonía, de inspiración oriental, que remontan a los origenes del mundo; el de los olímpicos, que contienen elementos indoeuropeos, egeos y asiáticos y cuyo marco es atemporal; y los heroicos, relacionados con hechos legendarios procedentes de un pasado prestigioso, el de la civilización micénica, perteneciente a la memoria colectiva.

Bibliografía:

P. Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, ed. Paidós, Barcelona 1986

P. Grimal, Mitologías, Del Mediterráneo al Ganges, ed. Gredos, Madrid 2008